Camino de Fisterra-Muxía en la provincia de A Coruña

Al llegar a Santiago, muchos peregrinos deciden prolongar su experiencia recorriendo el Camino de Fisterra-Muxía, que constituye una prolongación natural de la peregrinación a Compostela. A diferencia de las demás rutas, no culmina en la catedral compostelana, sino que parte de ella hacia el occidente gallego, con destino al cabo Fisterra y o al santuario de la Virxe da Barca en Muxía, en plena Costa da Morte.

Desde Santiago, el itinerario avanza hacia el municipio de Ames y continúa por Negreira. Entre ambos municipios sobresale el puente medieval de Ponte Maceira sobre el río Tambre, uno de los enclaves más fotogénicos del Camino. El conjunto monumental, con su puente, molinos y casas blasonadas, está considerado uno de los pueblos más bellos de España.

La ruta sigue hacia Mazaricos y Dumbría, atravesando paisajes de gran riqueza natural y dureza para el caminante: montes, valles y ríos que conducen al peregrino hacia el litoral atlántico. Caminar por estas tierras duras hace grupo, por lo que quienes necesiten organizar una experiencia de team building tienen aquí el terreno perfecto. En Mazaricos se pueden disfrutar vistas espectaculares desde la sierra de O Pindo, conocida como el Olimpo Celta, y en Dumbría destaca la fervenza do Ézaro, única cascada de Europa que desemboca directamente en el mar.

El itinerario se bifurca en Hospital: hacia Fisterra o hacia Muxía. El camino a Fisterra conduce al legendario “fin del mundo” de los romanos, donde el faro se erige en un paisaje dramático de acantilados sobre el Atlántico. Aquí los peregrinos culminan su viaje contemplando la puesta de sol, símbolo de final y renacimiento espiritual. Mientras, la variante a Muxía se dirige al santuario de la Virxe da Barca, templo mariano de gran devoción popular, rodeado de formaciones rocosas vinculadas a la tradición jacobea, como la Pedra de Abalar, una mole de piedra que, con la técnica precisa, se puede mover entre varias personas. El peregrinaje a Muxía puede rematar con una experiencia de descanso a pocos metros del mar en el albergue Bela Muxía, una de las propuestas más modernas de la hostelería de la localidad.

Con su paisaje espectacular y la dureza de sus sendas, el Camino de Fisterra-Muxía es el territorio ideal para una jornada entre compañeros de trabajo o como complemento en el programa de un congreso. Desde Compostela es muy sencillo organizar la actividad, puesto que muchas agencias ofrecen servicios de acompañamiento, guías, transporte y logística para que el recorrido sea lo más llevadero posible. Es el caso de empresas como Do Camino o Galician Roots o Tee Travel, especializadas en trasladar grupos a través de la Ruta.

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