Muros-Noia, el incentivo natural
La naturaleza se ha esmerado especialmente en el paisaje de las comarcas de Muros y Noia, arranque sur de la Costa da Morte y primera de las Rías Baixas, respectivamente. Este territorio está especialmente indicado para quienes quieran complementar un evento con experiencias paralelas, de incentivo o de team building que pueden ir desde un reconocimiento del litoral en barco o en paddle surf a un recorrido en kayar por una cascada que vierte su agua directamente al mar, pasando por una experiencia de pesca de la mano de marineros locales.
En la zona hay varias empresas que proporcionan este tipo de actividades, perfectas para redondear un gran congreso y hacerlo memorable. O Chivo, en Muros, colabora con guías locales para dar a conocer las tradiciones marineras de esta comarca a través de excursiones practicar la pesca deportiva de la mano de marineros expertos o, simplemente, disfrutar de la ría con un paseo en barco acompañado con una buena comida de productos del mar. Desde O Pindo (Carnota), en la base de la espectacular cascada de O Ézaro, empresas como Atlantis Aventura dan a conocer tanto en kayak como sobre una tabla de paddle surf este entorno, en el que el río Xallas desemboca en el Atlántico precipitándose por un cañón de 40 metros de altura.
Estas son tierras que atesoran un gran patrimonio histórico. Noia es la cabecera de la comarca a la que da nombre, en la que también se integran los municipios de Lousame, Outes y Porto do Son. La villa ha sido considerada tradicionalmente el “puerto de Compostela” (como decía la conocida canción de Los Tamara) y su casco histórico merece una visita (a poder ser, explicada por un guía oficial). Testigo de invasiones normandas y del auge comercial con el Nuevo Mundo, la localidad conserva joyas como la iglesia románica de San Martiño o la de Santa María a Nova, que alberga una curiosa colección de laudas o estelas dedicadas a diferentes profesiones medievales.
El río Tambre se puede remontar en kayak en su tramo más bajo (de la mano de empresas como Amextreme Aventura), pero río arriba se encañona, rodeado de espesos bosques de ribera. En esta zona es posible visitar el monasterio de Toxosoutos (Lousame), fundado en el siglo XII, pero también otras construcciones muy posteriores que explican el desarrollo industrial de Galicia en el arranque del siglo XX, como la monumental central hidroeléctrica proyectada en Santa María de Roo por el arquitecto Antonio Palacios (autor, entre otros, del Palacio de Comunicaciones de Madrid, hoy sede del Ayuntamiento), o las hoy inactivas minas de estaño y wolframio de San Fins (Lousame), visitables bajo demanda.
Noia
La comarca de Noia comprende también la cara sur de la ría, repleta de playas largas de arena dorada, todavía libres del turismo masivo. Una de ellas, la de Baroña (Porto do Son), esconde en un extremo un imponente castro prerromano que también se puede visitar con reserva desde su centro de interpretación.
Como cabecera de comarca, Noia cuenta con algunos espacios bien dispuestos para reuniones de pequeño o medio tamaño, como el histórico Coliseo Noela, un teatro centenario, y una buena infraestructura hotelera con establecimientos como el Hotel Park o el Hotel Noia. Una jornada de incentivo y turismo activo no puede terminar sin reponer fuerzas con la tradicional empanada de berberechos (¡ojo, el relleno se cocina con cáscara incluida para mantener su sabor!) o con una visita al pequeño puerto de O Freixo (Outes) para probar su marisco recién capturado. En este muelle tiene su base el hermoso balandro Joaquín Vieta, también disponible para dar a conocer la ría a grupos de turistas.
La cara norte de la ría se encuadra en la comarca de Muros, de la que forma parte además de este municipio y el de Carnota. Esta es una costa salvaje y poco conocida, aunque el casco histórico muradano está entre los mejor preservados del litoral gallego, con su puerto, sus callejuelas y sus casas porticadas. Es un buen lugar para organizar actividades paralelas para un evento, casi todas centradas en la naturaleza, como una visita a la desembocadura del río Maior en Esteiro; a la enorme playa de Carnota y al mayor hórreo de Galicia, situado en la localidad; o, como se mencionó anteriormente, al imponente monte Pindo y la cascada de Ézaro. En este último lugar, los más atrevidos emularán a los ciclistas de la Vuelta a España y ascenderán al mirador en bicicleta… aunque sea eléctrica
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